CUANDO EXAMINAS OPCIONES DE SALUD, PUEDE SER DIFÍCIL SABER CUÁL ES LA ELECCIÓN CORRECTA A TOMAR.
Esto es aún más cierto cuando estás evaluando opciones de tratamiento para una afección visible, como las várices y las várices arácnidas.
Los objetivos del tratamiento son aliviar tus síntomas, prevenir posibles complicaciones y mejorar tu calidad de vida. Hay muchas formas en las que tus venas podrían estar causándote problemas, tanto estéticamente como médicamente. Claro, la mejor manera de determinar qué solución se adapta mejor a tus necesidades es a través de una visita al consultorio, pero hemos proporcionado algo de información para ayudarte a entender tu posible condición y los tratamientos que ofrecemos.
Cuando las personas piensan en el cuidado de las venas, las várices y las várices arácnidas suelen ser los primeros problemas que vienen a la mente. Las várices y las várices arácnidas se forman en las piernas como resultado de la presión y el retroceso de la sangre. La edad, la herencia, la obesidad, el embarazo y ciertas condiciones médicas son factores contribuyentes comunes. Aunque son estéticamente molestos, estos feos inconvenientes pueden estar diciéndote algo más. Si tienes otros problemas, como piernas doloridas, cansadas o inquietas, hinchazón, cambios en la piel o pesadez, por nombrar algunos, tus venas pueden ser más que un problema estético; todos estos son síntomas de una condición médica común y tratable llamada Insuficiencia Venosa. Las terapias más recientes nos permiten tratar las venas sin