¿TE SIENTES UN POCO AGOBIADO ÚLTIMAMENTE? ¿CANSADO?
¿Como si estuvieras cargando una roca de 300 libras sobre tu espalda?
Primero que nada, es una de las consecuencias naturales de la vida que a medida que envejecemos, nuestros niveles de energía disminuyen. Ya no parece que tengamos la capacidad de trasnochar para terminar proyectos importantes como lo hacíamos antes. Nuestra motivación en el trabajo o en el ocio puede empezar a decaer. A veces, nuestra emoción general por la vida misma comienza a desvanecerse.
La buena noticia es que hay algunas cosas comprobadas que puedes hacer para ayudar a restaurar los niveles de energía que una vez disfrutaste.
- Come mejor – Cuando somos jóvenes, parece que podemos comer prácticamente cualquier cosa. Nuestros cuerpos parecen quemarlo como combustible de avión. Podemos comer comida chatarra a nuestro antojo y nunca ganar peso significativo. Cuando llega el momento de actuar, siempre parece que encontramos la energía necesaria para hacerlo. Bueno, si aún no lo has descubierto, lo mismo no es cierto a medida que envejecemos. A medida que pasan los años, se vuelve esencial que transformemos nuestra dieta diaria. Come más granos enteros, frutas y verduras. Esta solución simple no solo puede tener un efecto dramático en nuestros niveles de energía, sino que también puede mejorar significativamente nuestro estado de ánimo.
- Haz ejercicio – De manera deliberada. No estamos hablando solo de caminar al perro o pasar algunas horas a la semana en la cancha con amigos. Idealmente, aprendiste el valor del ejercicio cuando eras joven, tal vez cuando participaste en ligas deportivas, atletismo escolar o educación física. A medida que envejecemos, muchos de nosotros nos damos cuenta de que ya no estamos tan activos por hábito o disciplina. Ningún entrenador nos está presionando para que terminemos esa última vuelta o hagamos una repetición más. De repente, todo depende de nosotros. Debemos aceptar que si no hacemos algunos cambios, esa roca sobre nuestras espaldas solo se hará más pesada y nuestra calidad de vida disminuirá.
- Busca consejo confiable – Ahora estamos hablando, literalmente. Busca consejo de personas que respetas, esperemos que sean personas que están teniendo éxito en sus propios esfuerzos para conquistar este desafío. Esto puede incluir amigos y familiares. Si eso no te ayuda a superar el “bache,” también puedes buscar consejo de profesionales. Estos profesionales pueden ser dietistas, entrenadores físicos y médicos de diversas especialidades.
En algún momento, si ninguna de las soluciones “habituales” parece eliminar la fatiga y restaurar los niveles normales de energía, es posible que quieras investigar la amplia gama de opciones disponibles de un especialista en Medicina Restaurativa. Un especialista en Medicina Restaurativa puede abordar los síntomas específicos que puedas estar experimentando, ya sea trastornos del sueño, disminución de la función sexual, aumento de peso, depresión o simplemente una creciente frustración con la implementación de otros métodos.
Este es un área en la que podemos ayudarte. Para más información, consulta nuestro sitio web o contáctanos para hacer preguntas adicionales. Podemos ayudarte a quitar ese peso de tus hombros.