Si estás en terapia hormonal sustitutiva, es probable que te sientas más joven y con más energía.
Esto significa que necesitas una rutina de cuidado de la piel que la mantenga con un aspecto tan joven como te sientes. Dicho esto, la piel es muy sensible, por lo que es crucial implementar una rutina de cuidado estricta.
Aquí tienes algunos consejos sencillos y efectivos para ayudarte a empezar:
Cuidado específico para cada tipo de piel. Para cuidar y respetar tu piel, lo primero y más importante es elegir productos diseñados específicamente para tu tipo de piel. Por ejemplo, la piel seca no tiene las mismas necesidades que la piel grasa.
Presta especial atención a las zonas frágiles. Algunas partes del rostro (contorno de ojos, labios, etc.) tienen una piel particularmente fina y frágil. Requieren un cuidado específico, especialmente el contorno de ojos y los labios. Estas zonas del rostro son más sensibles y merecen una atención especial.
Limpieza suave. El cuidado de la piel sensible comienza con el desmaquillaje. Para no estresar la piel y respetar su equilibrio natural, asegúrate de usar un desmaquillante con pH neutro, especialmente formulado para limpiar la epidermis con suavidad.
Ojos: una zona de riesgo. La piel del contorno de ojos es diez veces más fina que la del resto del rostro. Elige una rutina específica para el desmaquillaje en esta zona.
La exfoliación es indispensable. Usa un tratamiento exfoliante adecuado una o dos veces por semana. Debe ser eficaz, a la vez que suave y respetuoso. Elige un producto exfoliante con pH neutro, perfecto para suavizar y purificar la piel, respetando su equilibrio natural.
La hidratación es esencial. La dermis está compuesta por un 70 % de agua y la epidermis, por un 15 %. Para mantener la piel bien hidratada, es importante elegir productos hidratantes diarios que equilibren el nivel de agua. También puedes usar una mascarilla hidratante regularmente, eliminando el exceso de grasa con un spray de agua mineral.
Protección solar. Sea cual sea la estación, elige productos de cuidado diario que incluyan filtros solares. Reducen los efectos nocivos del sol, que acelera el envejecimiento cutáneo.
Cuidado con el estrés externo. La contaminación, el humo, el estrés… Todos estos factores tienen efectos perjudiciales para la piel. Usa productos de cuidado para proteger tu piel de estas agresiones diarias antes de salir de casa y límpiala bien al llegar a casa por la noche.
No descuides los labios. En cuanto lo necesites, usa una crema reparadora para labios. No dudes en reaplicarla en esta zona tan frágil tantas veces como sea necesario. Siguiendo estos sencillos consejos, podrás mantener tu cutis radiante durante años. ¡Llámanos para ese mimo extra en AVC o contactándonos!