El plasma rico en plaquetas o PRP ha ganado mucha atención durante la última década, aproximadamente, a medida que cada vez más profesionales de la salud buscan maneras de promover la curación natural y la regeneración tisular para evitar opciones de tratamiento más invasivas. El PRP se ha utilizado ampliamente en ortopedia, ayudando a los atletas a recuperarse de una amplia gama de lesiones en articulaciones y tejidos blandos.
El rejuvenecimiento cutáneo con PRP utiliza la propia sangre del paciente para estimular los procesos naturales de curación y regeneración del cuerpo, ayudando a que la piel luzca y se sienta más joven. Al no ser quirúrgico, los tratamientos faciales con PRP evitan todos los riesgos asociados con la cirugía y, al utilizar la propia sangre, no existe el riesgo de reacción alérgica que puede ocurrir con algunos procedimientos faciales. Así es como funciona.
¿Qué es el plasma rico en plaquetas?
El PRP es un producto filtrado y concentrado derivado de la propia sangre. Contiene una gran cantidad de factores de crecimiento derivados de plaquetas, sustancias especiales que estimulan la producción de tejido nuevo. También contiene proteínas especiales que ayudan en la curación. Cuando se aplica PRP en la piel, estos factores de crecimiento y proteínas se comunican con las células madre locales, llamándolas a la zona de tratamiento. Una vez en la zona de tratamiento, las células madre se estimulan para producir células nuevas y sanas que reemplazan los tejidos viejos y dañados.
El PRP también promueve el desarrollo de colágeno, uno de los componentes más importantes de una piel sana y resistente. Cuando somos jóvenes, nuestra piel contiene grandes cantidades de colágeno, lo que ayuda a que una piel joven se vea y se sienta más resistente. El colágeno ayuda a que la piel se mantenga suave y firme, lo que dificulta la formación de líneas de expresión y arrugas. A medida que envejecemos, nuestra piel produce mucho menos colágeno, lo que significa que es mucho más fácil que los signos del envejecimiento se afiancen.
Tratamiento con PRP: Qué esperar durante y después
El tratamiento con PRP comienza con una simple extracción de sangre, generalmente de una vena del brazo. Solo se necesita una pequeña cantidad de sangre. Una vez extraída, la sangre se coloca en una máquina especial diseñada para separar las plaquetas del resto de la sangre. Luego, se extrae el PRP y se coloca en una jeringa que puede utilizarse para diversos procedimientos estéticos.
A continuación, se limpia suavemente la piel y se aplica un anestésico tópico en la zona a tratar. Después de anestesiar la piel, el profesional de la salud aplica el PRP en varias zonas de la zona a tratar para asegurar que la solución se distribuya uniformemente. La mayoría de los tratamientos duran entre 30 minutos y una hora.
Una vez finalizado el tratamiento, podrá irse a casa y reanudar sus actividades habituales. Presentará algo de enrojecimiento después del tratamiento y también podría presentar una leve hinchazón o hematomas leves. Todos estos problemas suelen resolverse en aproximadamente un día, aunque los hematomas pueden tardar un poco más. Asegúrese de aplicar protector solar para proteger su piel mientras cicatriza.
¿Dónde se puede usar el PRP?
El PRP se puede usar prácticamente en cualquier parte del rostro. En general, el PRP puede ser ideal para:
- Reducir líneas de expresión y arrugas
- Tonificar la piel flácida
- Aumentar la producción natural de colágeno
- Reducir la apariencia de cicatrices y ojeras
- Corregir el daño solar
¿Es el PRP adecuado para usted?
Si las arrugas, la piel flácida y otros cambios relacionados con la edad le hacen parecer mayor de lo que se siente, el equipo de Alabama Vein & Restoration Medspa puede ayudarle. Para obtener más información sobre el rejuvenecimiento facial con PRP y otros tratamientos que pueden ayudarle a verse y sentirse mejor, reserve una cita en línea hoy mismo.